Por: Toño Power
Mayo es el mes de la madre, a pesar de la contingencia por el coronavirus, no podemos dejar pasar desapercibida esta fecha tan importante. En #CentroMagazine no nos quedamos con los brazos cruzados, las ideas llegan y echamos a andar la creatividad. Así que solicitamos a socialités que nos compartieran alguna foto con su mamá y nos contaran una bonita anécdota que los una.
Con gusto accedieron
¡Checa quiénes participaron!
Carmen Leguer y sus mamá Thelma Von Ludwitz
“Siempre he sido muy bromista con mis cuatro hijas, pero de las cuatro, la que más se parece a mí en el sentido del humor es Carmen”.
“Nos encanta bromear y hacer reír a las personas.En una ocasión, la broma me la aplicó Carmen a mí. Fue en un viaje a las Vegas, en el hotel New York New York. Nos subimos a la montaña rusa; y ya a punto de arrancar el paseo, me dice Carmen:
¡MAMI, SE ABRIÓ EL BROCHE DE SEGURIDAD! y yo… sentí que se me iba el alma del cuerpo, y quise salirme de mi lugar para abrazarla, sabiendo el peligro que corría y al verme la cara que puse, me dijo: NO TE CREAS justo en el momento que arrancó el juego, y yo entre los nervios de la broma y la risa, solo le pude gritar, ay @(#$#@$%@($*#
Lo único que siempre me pregunto, cada que Carmen hace bromas es,
¿A QUIÉN SALDRÍA?”
Karla Ochoa con su mamá Armida Díaz
“Nuestra anécdota es de un cumpleaños de mi mamá, le organizamos una fiesta sorpresa que ella no se esperaba. ¡Se puso muy feliz porque todas sus nietas salieron bailando árabe! (Se la pasaron semanas practicando) nos divertimos mucho”.
Laura Arrieta y su mamá, Graciela Moreno
“Como ya sabes, yo heredé el oficio de mi mamá, entonces alrededor de éste oficio tenemos mil anécdotas juntas, pues prácticamente crecí jugando con las telas, la cinta de medir, las agujas y alfileres. En una ocasión cuando ya decidí estudiar la carrera de Diseño de Modas me seleccionaron para representar a mi escuela a nivel nacional en un concurso que en aquel momento organizaba Anna Fusoni para talento emergente, el tema era hacer un vestido inspirado en El Mundial, en aquel momento yo ya me sentía muy fregona de no necesitar la ayuda de nadie para hacerlo, pero recuerdo que se llegó la fecha de entrega, lo tenía que enviar a la Cdmx y al final mi mamá me tuvo que rescatar y ayudar a terminarlo. Recuerdo con mucho amor ese concurso porque aunque no gané, fue la primera vez que hacía algo fuera de mi querido Zapotlán. Y mi mamá siempre me ha apoyado en todos esos momentos.