Lo que hubiera parecido un tranquilo lunes 16 de marzo en el cual regresábamos a las actividades propias de nuestro estilo de vida, se convirtió en el día que para muchos representó permanecer aislados de la vida en sociedad por tiempo indeterminado; ya que ese día fue cuando las autoridades en materia de salud solicitaron que nos quedáramos en casa; que dejáramos de trabajar, de pasear, de transitar, etc… Como si todas las personas tuvieran garantizado el ingreso para hacer frente a sus necesidades y obligaciones.
Para muchas personas esto ha provocado síntomas de estrés y ansiedad, ya que ha generado desempleo e informalidad por la falta de movilidad de la población. Los patrones de consumo normalmente conocidos se han modificado, y esto provoca graves consecuencias económicas sobre todo en los sectores de la economía informal.
Esta nueva dinámica de mercado ha obligado a los microempresarios y emprendedores ha digitalizar sus actividades y provocando muchos cambios en el ciclo de vida de las empresas, pero también ha dado paso a una nueva oportunidad para otros negocios, ya que las empresas que no se adapten a esta nueva forma de trabajo posiblemente tendrán que cerrar temporalmente o morir.
Vivir experiencias como la que estamos teniendo no es determinante para caer en una crisis económica y psicológica, siempre y cuando se vea desde una perspectiva positiva, ya que podría significar una oportunidad para crecer psicológicamente, sentirse más capaces de superar las pruebas que nos pone la vida y valorar más a nuestros seres queridos. Preguntas como: ¿Qué puedo hacer para enfrentar esta situación?, ¿Cuáles son las oportunidades que puedo aprovechar? y ¿Qué lección tengo que aprender de esta situación?, ayudaran a ver el vaso medio lleno y no medio vacío.
Para entender la modificación de los patrones de consumo de la sociedad en aislamiento y cómo se puede predecir por parte de los empresarios el comportamiento de sus consumidores, sí es que tienen planeada una modificación en los precios de sus productos; la ciencia económica tiene una herramienta que estudia la forma en la cual se toman decisiones respecto a lo que vamos a comprar con el ingreso actual, llamada Coeficiente de Elasticidad. Que consiste en analizar el impacto que tiene un cambio en el precio de los bienes y servicios, y su influencia en la cantidad que adquirimos.
Ejemplo: Si se tienen disponibles $20 pesos para comprar 2 kilogramos de jitomate, pero se percibe que aumenta del precio del jitomate en $5, de costar $10 aumentó a $15. Ya no se podrán adquirir los 2 kg, porque en ingreso no alcanza. Entonces se experimenta una disminución en la cantidad de jitomate a comprar.
Esto significa que el precio del jitomate aumentó en 50% y provoca suna disminución de la cantidad a adquirir en un 25%.
Cuando la variación del precio es mayor (50%) a la variación de la cantidad (25%) que adquirimos se dice que la demanda es insensible, lo que significa que desafortunadamente, aunque suba el precio del jitomate tenemos que seguir comprándolo.
Este análisis es útil para clasificar el tipo y la cantidad de bienes y servicios que estamos adquiriendo y la influencia que tiene el cambio en el precio. Así pues, podríamos dejar de comprar cuando está muy caro y comprar más cuando el precio baja; o comprar otros bienes con los que se puede sustituir.
Existen otros tipos de coeficientes de elasticidad con los que se puede analizar: el ingreso disponible, la oferta de bienes y servicios o varios tipos de productos; que se irán tratando según se vayan presentando situaciones en el futuro.
Ojalá esta lectura le sea útilal momento de decidir qué y cuánto comprar; búsqueme en ésta sección el próximo mes para seguir hablando de economía y finanzas.
Y recuerde que: