Por: Toño Power
Fotos: A&E Studio
Edición Fotográfica: Rocky Art
Nuestro especial del día de las madres no podía pasar desapercibido, ya que es una fecha muy importante. El día de las madres siempre ha generado un gran movimiento en la sociedad, y aunque estamos en medio de una pandemia, debemos celebrarlas como se merecen. Nuestra manera de hacer un homenaje es con un reportaje especial, a dos señoronas Juanita del Toro y Lupita Dalli, quienes nos compartieron sus historias, dignas de plasmar. Enfundadas con gran elegancia y llenas de esplendor, acudieron al estudio A&E, para fotografiarlas y ser entrevistadas. Sus historias, son muy interesantes, de gran admiración y respeto. Esperemos que las disfruten.
Juanita del Toro
Juanita, nos gustaría que nos platicaras tu historia…
¿Mi historia desde cuando nació mi hijo?
Sí y de tu vida en general…
De mi vida, mira a los 17 años a mi me llevaron a Estados Unidos y a los 6 meses de haber llegado me casé y Dios me dio un hermoso hijo, tuve muchas altas y bajas con él, por el motivo que nació enfermito, nació a los siete meses.
¿Qué le pasó?
Mi esposo era alcohólico y cada 15 días digamos, cuando él tomaba se ponía más mal y recuerdo que yo iba a cumplir los 7 meses de embarazada, y llegó tomado y me quiso golpear, cosa que era frecuentemente, pero yo me eché a correr, me salí corriendo de la casa y me fui. Cogí el carro y me fui a casa de un tío mío, pero no estaban, entonces pensé irme a casa de otro tío y ahí me empezaron los dolores del mismo susto, total me fui al hospital y mi hijo nació antes de tiempo. Nació el 10 de febrero de 1966 y nació enfermito, a los 3 días de que el nació se empezó a poner amarillo, pero un amarillo fuerte, sus ojos, todo y a mi me empezaron a doler mucho mis piernas, mis rodillas pero un dolor horrible, y entonces me dijeron tenemos que internar al niño y lo internaron, pero yo no hice caso de mí, sino que yo estaba pensando en mi hijo, entonces los doctores me dijeron que no tenía ningún remedio, que me lo iban a entregar para que fuera y lo bautizara, porque el niño se me iba morir, era el mes de febrero, nunca se me olvida porque yo dije si me voy a la casa y él está ahí (mi esposo), mejor me voy a Mexicali con un hermano de mi mamá que sabía que ahí vivía y me estoy unos días ahí con él, en lo que el se compone o algo, yo salgo a la frontera y mi niño pues mal, mal iba, llegué a casa de mi tío Hermín y le dije que mi niño estaba muy mal, lo vio y dice no, vamos a que lo vea un doctor, llegamos con el doctor que lo iba a ver, entonces llega una señora y vio al niño, y me dice, “Sabe qué, ningún doctor aquí le va a curar a su niño, vaya a un convento que hay”, y ya me dijo por cual calle y todo, “Es el único doctor que tienen las monjitas él puede ser que le ayude, pero de aquí, ningún doctor le va aliviar al niño”, entonces yo lo cogí y me fui, llegué al lugar y tenías que sacar un número, porque iban por números y yo fui y me senté en una banca, había mucha gente esperando, me senté en una banca con mi niño en brazos y llegan 3 personas, dos hijos y una señora ya viejita; ella muy muy grande de edad y venía quejándose mucho y le dieron un turno pero ya era muy atrás y no había dónde sentarse, entonces yo les digo sienten a su mamá aquí y me levanté yo con mi niño y al pararme ella me dijo, “¿puedo ver a tu niño?”, le dije sí y lo destapó, lo vio y me dijo “Vete, no esperes cita, no te lo van aliviar, vete a tu casa y coce un kilo de tomatillo de cáscara, los pelas y lavas bien las cáscaras, lo pones a cocer con canela y esa agua se la vas a estar dando constantemente y suero”. Yo no sé, como que algo me dijo a mí, ¡hazlo!, no lo pensé dos veces, me le quedé viendo y me fui, me dijo “En tres días su niño va a estar bien”, exactamente en tres días mi niño ya estaba rosita, bien, fue lo más duro que yo recuerdo que pasé cuando él estaba chiquito.
Después de que murió mi padre, mi esposo siguió en lo mismo, no dejaba de tomar, yo volví a salir embarazada, perdí una bebé tenía cuatro meses de embarazada y fue lo último que yo aguanté, me siguió con un cuchillo y como yo en la casa donde vivía eran diez acres, era una casa de campo; siempre me han gustado las casas de campo, entonces no había quien me defendiera, yo nomás le corría alrededor de los árboles y todo, y había por el lado de atrás un arroyo y era como una barranquita, ya eran como las once de la noche, recuerdo que lo único que hice, yo ya estaba tan cansada de tanto correr que dije, de morir acuchillada mejor me dejo ir por el barranco, y me dejé ir, cuando yo volví en sí, yo ya estaba en el hospital y había perdido a mi bebé, me dijo el doctor que jamás iba yo a volver a tener hijos, porque me golpeé mucho todo y quedé infértil, para nunca más volver a tener bebés, entonces para mí, mi hijo ha sido y siempre va a ser lo máximo. A partir de ahí hablé con él (mi esposo) y le dije, sabes que yo ya no quiero vivir más contigo, tu muy bueno cuando estás buenisano, pero cuando tomas eres otra persona y yo ya no puedo vivir así, si ya perdí un hijo no quiero perder a otro, entonces mejor nos separamos y lo único que yo te voy a pedir es que no me pelees a mi hijo, ni quiero nada material que me dejes, nada más dame chance de que yo pueda trabajar unos meses, para yo poder cambiarme de casa, el sí me dijo “No, no hagas eso, quédate aquí en la casa, la casa es tuya, yo voy a estar al pendiente”, le dije no, quiero independizarme, quiero sentirme que yo puedo salir adelante, no quiero ser un objeto, quiero ser un ser humano, y como ser humano yo necesito agarrar mis herramientas para poder vivir, y gracias a Dios lo conseguí, siempre fuimos buenos amigos, cuando él se me arrimaba yo iba y lo veía, lo cuidaba, lo atendía, yo jamás a mi hijo le dije… tu padre me hizo esto, no, mi hijo lo supo por él mismo, después de que el salió del ejército que el se lo dijo, no yo, entonces siempre llevamos él y yo una amistad muy muy buena, porque delante de mi hijo, mi hijo no lo veía tomado, yo era una de las cosas que cuidé mucho, cuando el me hablaba que quería ver al niño, yo tenía que cerciorarme que no anduviera tomado y que estuviera bien para que el niño se criara de una manera sana y bien, pasé lo más duro, para mí, el vivir con mi hijo sola fue hermoso, fue hermoso, porque lo gocé mucho, lo disfruté mucho, hice muchas locuras con él.
¿Alguna anécdota que te recuerde así de él?
Cuando salió del ejército, yo me había comprado una cuatrimoto, y la compré para irme con él de paseo, porque siempre salíamos juntos, y recuerdo que era temprano en la mañana y dice: “Madre, ¿qué vamos a hacer ahora?”, dije, vámonos a Pismo Beach a andar en moto, “Está bien vamos”, nos fuimos, él me andaba enseñando a hacer canoas, me ayudó, me enseñó a hacer todo bien. Entonces le dije: un reto que tengo, voy a subir esa loma, la más alta, me dijo: “Madre, está muy empinada”, le dije no, no, yo quiero subirla, la voy a subir. Para eso yo estaba bien preparada, guantes, casco, traía botas grandes de piel todo mi equipo; subí, subí y él se quedó abajo viéndome, y entonces yo cuando ya iba a llegar al último, me acuerdo que dije, que tal si en cuanto llegue, está muy empinado, vale más que suba despacio para poder ver, entonces empecé a bajar la velocidad, y el me gritaba: “Mami súbele la velocidad, no le bajes, súbele”, le dije no la subo más, él quiere que yo me vaya para abajo, y entonces se me vino la moto encima, y me acuerdo que yo lo veía a él entre las vueltas, que venía corriendo hacia mí, y me gritaba: “Mami, ¿Estás bien? ¿Estás bien?”, yo nomás le hacía con la mano (que todo me daba vueltas), la moto me daba en las pompas, pero la moto cayó por allá y yo por acá, gracias a Dios no me golpeó nada de nada, pero lo más bonito fue que el me agarró y mis ojos estaban llenos de arena, la boca todo, parecía yo gallinita ciega, me llevó a un restaurante y se metió al baño de las mujeres conmigo para ayudarme a lavar mis ojos y todo y la gente se quedó asombrada cuando salimos, se nos quedaban viendo como raro ¿no?, como ¿Qué pasó aquí?, lo vieron salir a él conmigo del baño y todo, entonces yo lo único que les dije es mi hijo, y me estaba ayudando, les dio risa, esa fue una de las cosas muy bonitas que pasé con él.
La otra fue cuando lo tenía en los Boy Scout que tenía catorce años y me dijo: “Mamá, voy a ir de camping con un grupo de niños y quiero que nos prestes la camioneta”, una camioneta grande que tenía yo, para llevarlos a todos y le dije no, no, no, yo voy con ustedes, y dice: “Mamá pero es que van a ser cosas muy duras te vas a aburrir”, no, no le dije yo quiero ir, es fin de semana, yo voy con ustedes, y me dice “Órale, pero vas a hacer todo lo que yo diga”. Total que llegamos, pusimos las casa de campaña y luego muy de mañanita a caminar, a subir la sierra, el que se quede nadie lo va a ayudar de todo el grupo que llevaba, porque él era el que tenía que andar cuidando el grupo, y decía “El que se quede se devuelve al campamento nadie lo va a ayudar, tienen que subir hasta arriba, hagan el esfuerzo, pero van a hacer lo que yo les diga y ya”. Cuando llegamos allá, había unos remanzos de aguas, pero eran en el tiempo que hacía mucho frío, hasta hielito tenían encima, entonces llegamos y subimos allá arriba y luego les dijo: “¡Aviéntense un clavado ahí!”, a todos, y unos no querían, les dijo tienen que obedecer, “Mamá tú ponles el ejemplo”, Y yo como mamá tenía que poner el ejemplo, porque pues yo quería seguir saliendo con él, y que me aviento al agua helada, casi me congelaba, pero luego ya enseguida de mí, se empezaron a aventar los muchachos, por qué decían “Cómo nos vamos a dejar de ella”, cuando ya salimos y todo, me dice: “Ay, má yo nunca creí que tu lo fueras a hacer, te lo dije de broma, no creí que tu te fueras a animar”, le dije: pues que no eran órdenes las que tu tenías, que teníamos que hacer todos lo que tu quisieras…
¿Qué es lo que más te ha gustado de ser madre?
Todo, ser madre significan tantas cosas, verlo crecer, enseñarle el camino, hablar con él, siempre saber en qué momento estar para él, aunque no siempre están para escuchar a uno, pero le buscaba los momentos hermosos, cuando se graduó de la High School, que yo solita estaba ahí con él, y él se estaba graduando y yo de acá le hacía la seña, con flores y globos, fue hermoso, sus logros que él tenía, para mí era una satisfacción muy grande verlo crecer, verlo hecho un hombre, después el verlo casado, criar a sus hijos, lo admiraba porque es un buen padre, es buen hijo y ha sido buen esposo.
¿Qué es lo que más te ha marcado en la vida en relación con tu hijo?
Su accidente, es lo que más me ha marcado, para mí, me cambió mi vida desde que él se accidentó, siento que yo no soy la misma que era antes, todo el tiempo estaba con mucha alegría todo el tiempo, y como que todo eso se me fue, y duele mucho ver a un hijo en esa situación.
¿Cuánto tiempo tiene así?
Tiene once años.
¿Qué edad tiene?
Tiene 52.
¿Cuál es tu pasión en la vida?
Mi pasión en la vida es dar amor, yo amo a la gente, amo a las personas, no me gusta ver que humillen a nadie, porque yo fui humillada, y me gusta, me apasiona poder ayudar a las personas que lo necesitan.
¿Cómo es un día normal en tu casa, desde que te levantas?
¡Uh! lleno de quehacer, cocinarle a mi esposo, darle su almuerzo, hacerle sus licuaditos, sentarme un ratito a ver la naturaleza; me gusta mucho la naturaleza, me gustan las plantas, ponerme a leer; me gusta mucho leer, me doy mi tiempo para todo, pero especialmente atender a mi esposo.
¡Qué bonito!, ¿Te volviste a casar entonces?
Sí.
¿A qué edad?
Tenía 48 años, cuando me casé de nuevo, hasta después de que mi hijo se casó y me sentía muy sola, y tuve la oportunidad de conocer a un maravilloso hombre, que éramos muy buenos amigos, nunca pensé que yo iba a terminar casada con él.
¿Cómo te describes como mamá?
Muy cariñosa. Una mamá muy cariñosa. Y siempre estoy atenta a que nada le falte, prefiero sacrificarme yo a que a él le falte algo, para mi el ser madre no termina cuando los hijos se casan o cuando los hijos se van, para mí los hijos siempre van a necesitar de uno y uno siempre tiene una que estar dispuesta a atender al hijo a ayudarlo cuando más lo necesiten.
¿Cómo te gustaría ser recordada después de morir?
Con mucho amor Juanita era alegre, dinámica y con mucho amor para todos.
¿Juanita, dinos tus cosas favoritas? ¿Cuál es tu comida favorita?
Ay mi comida favorita la comida china, de mexicana, las crepas.
¿Tu postre favorito?
Los flanes.
¿Tu bebida favorita?
Piña colada.
¿A dónde te gusta vacacionar?
Me gusta mucho ir al mar, yo amo el mar, en un tiempo yo buceé y el mar para mi es como un mundo aparte, me gusta mucho apreciar la naturaleza.
¿Tienes un actor favorito, alguien que te guste o te gustó?
Me gustó cuando era joven yo, Andrés García.
¿Alguna película que recuerdes mucho?
Los olvidados.
¿Tu perfume favorito?
Tengo varios, el favorito mío es Channel.
Un accesorio imprescindible:
Mis collarcitos.
¿Algo más que nos quieras compartir?
La vida es hermosa y hay que saberla vivir, siempre y cuando respetando a los demás, sin olvidarnos que donde empiezan nuestros derechos, terminan los de los demás.
¿Estás a favor o en contra del aborto?
Estoy en contra, porque es un ser humano que tiene derecho a vivir, y que debemos las mujeres cuidarnos y protegernos antes de salir embarazadas, sin esperar que la pareja se proteja, porque a veces no se protegen y no traer niños al mundo a sufrir. Y cuando ya te toca estar embarazada acéptalo y espéralo con mucho amor, porque no pienses que es la sangre de aquella persona que te pagó mal, sino que es el producto tuyo, es tu sangre, es tu vida.
Lupita Dalli
Lupita háblanos de ti, tu historia…
Mi nombre es María Guadalupe Castro Sánchez, mejor conocida en Ciudad Guzmán como Lupita Dalli, yo nací un quince de octubre en la ciudad de Mazatlán Sinaloa, se me nota, soy sinaloense, y cuando hice la primaria, secundaria y preparatoria en mi ciudad natal, enseguida me trasladé a Guadalajara a estudiar la licenciatura, soy Licenciada en Administración de Empresas de la Universidad Autónoma de Guadalajara, en cuanto salí de mi carrera, tomé la mejor decisión de mi vida, casarme y venirme a vivir a Ciudad Guzmán, Jalisco.
¿Qué te trajo a Ciudad Guzmán?
El trabajo de mi esposo, quien es el doctor José Carlos Dallí Palomera, dentista, y le dieron su base aquí en Ciudad guzmán en el Seguro Social y es por eso por lo que nos tuvimos que venir.
¿Ya cuántos años tienes aquí en Ciudad Guzmán?
41 años, de la luna de miel me trajeron para acá, lo cual es una cosa fabulosa, yo puedo decir que soy más de Ciudad Guzmán que de Mazatlán.
¿Cómo te sientes, es un mes difícil de contingencia, pero sin embargo viene el mes de mayo y hay que celebrar a las mamás y por eso te invitamos, qué se siente ser madre?
Es una cosa indescriptible, tanto me gustó que tuve cinco hijos, ¿verdad? y más hay que festejar y más yo, que aún tengo a mi mamá, mi mamá tiene 95 años y en perfectas condiciones de salud y mentales, así que tengo mucho que festejar en este mes.
¿Cómo te describirías como mamá?
Muy cariñosa y alcahueta.
¿Es cierto que tienen hijos preferidos?
¡No!, son mentiras, a todos los queremos, a unos una cosa a otros otra, pero en mi caso no es así.
¿Qué te ha marcado en la vida, respecto a tus hijos?
¿Qué me ha marcado?, pues que debo de ser un poco más dura, los hijos son muy listos y se van y se meten y se meten y se meten y claro siempre buscando la dulzura de la mamá.
¿Cuál de tus hijos se parece más a ti y cuál más a su papá?
Karla la pequeñita, es la más parecida a mí, y más en mi carácter y Hanya la mayor es la más parecida a mi esposo.
Dices que tienes cinco hijos ¿Cómo se llaman?
El primero, el mayor es José Carlos, enseguida Hanya, el tercero es Christian, la cuarta es Krizia y quinta Karla, tres mujeres y dos hombres, y ahora soy una feliz abuela con cuatro nietos, el mayor Alejandro de 16 años, enseguida viene Violeta de 9 años, Hanna Sofía de 7 y Christian de 4.
De tus hijos ¿Quién es el mejor portado o portada y quién fue o es el más travesuriento?
En general, travesuras normales, son unos buenos hijos en general.
¿Ninguno te sacaba canas verdes?
Una que otra, pero nada que no se pueda resolver con mucho cariño y amor.
¿Cómo es un día normal en tu vida desde que te levantas, qué haces?
Me levanto temprano, soy muy, muy madrugadora, llevo a mis nietos al colegio, enseguida vengo, hago las labores de la casa, me encanta cocinar, hago la comida, enseguida ya vienen, les doy de comer, me gusta salir a la calle, tener amigas, ir a un café, en fin, soy muy amiguera y callejera.
¿Algo de ser mamá que no te guste o no te gustó?
Enseñarlos a ir a hacer pipí y popó y enseñar las primeras letras, no tengo mucha paciencia.
¿Ahora qué más haces, eres maestra…?
Sí, dado que siempre me ha gustado mucho la cocina, soy maestra de cocina, tengo varios grupos de cocina y en eso me hicieron una invitación en un colegio a que le diera clases de cocina a niños, cosa que me encantó y hasta la fecha soy la maestra de cocina del colegio Vigotsky.
Y hablando de comida, ¿Cuál es tu platillo favorito?
Mi platillo favorito, tengo varios, pero hay uno precisamente que es de mi tierra de Mazatlán se llama asado de plaza.
¿En qué consiste, ¿qué lleva?
Ese es un platillo típico de Mazatlán y lo venden en las cenadurías, así como venden el pozole aquí, es un platillo que consiste en carne de res, se cuece partida en cuadritos, junto con papa partida en cuadritos, se le pone, lo que se le pone a una tostada como lechuga, jitomate, cebolla desflemada con su caldito y su queso, ¡riquísimo!
¿Y tú postre favorito?
Ay tengo muchos, pero últimamente como que el tiramisú.
Tú que te dedicas a la cocina, ¿Cuál es el postre que más te gusta hacer o el que más te piden?
El pastel de Zanahoria, el más pedido y porque yo creo que me sale muy bueno.
¿Cuál es tu bebida favorita?
El Torres, con agua mineral y poquita coca.
¿A dónde te gusta vacacionar?
A todos lados, a mí me gusta todo, tanto sea la playa, la montaña, las ciudades grandes, con salir de mi casa para mí es vacación.
¿Tienes algún actor que te encante?
Sí, tengo varios, pero me gusta mucho George Clooney.
¿Alguna película que recuerdes que te guste?
Me gustan mucho las películas de acción, muchísimo, que te vayan persiguiendo que te agarren y eso. Me encanta una es muy vieja con Robert Redford Los tres días del Cóndor, me encantó.
¿Cuál es tu perfume favorito?
El de Víctor Ralph se llama “flowerbomb”.
¿Cuál es tu accesorio favorito?
Aretes.
¿Qué accesorio no puede faltar cuando sales a la calle?
Lógico los aretes y el lápiz labial.
¿Qué no puede faltar en tu bolsa?
Dinero.
¿Cuál es tu pasión?
Cocinar y disfrutar con las amigas.
¿Tu afición favorita?
Jugar baraja.
Algo más que nos quieras platicar respecto a lo que es ser mamá, ¿Cuál es la mejor experiencia que has tenido?
Pues como tengo cinco hijos son como te diré, cinco premios, cada triunfo de un hijo es un triunfo mío, así es que imagínate, Toño, el montón de triunfos que tengo, ¿verdad?, entonces sí soy muy apegada a mis hijos, me gusta mucho estar rodeada de ellos, somos una familia muégano, siempre nos estamos procurando, siempre yo estoy al pendiente de todos.
¿Cómo te gustaría que te recordaran?
Mi mamá siempre fue una muy buena onda.
¿Qué más nos puedes platicar, alguna serie de tv que no dejas de ver?
Fíjate que me gustan mucho las series, más bien de concursos, me gusta mucho participar, y yo contesto y grito a veces gano, a veces pierdo, me gustan mucho también de conocimientos, me gusta mucho, soy muy apasionada de eso, me gusta ver películas.
¿Estás en contra o a favor del aborto?
En contra, como no, es una vida, en contra totalmente.
¿Qué opinas del coronavirus?
Es una cosa que nos está destruyendo a todos, ya en este montón de días que llevamos, ya estamos perdiendo casi el control nosotros, estamos de mal humor, todo nos molesta, ya nos queremos salir a la calle, pero pues ni modo, debemos tener paciencia y tolerancia con todos.