Por: Mtra. Citlali Navarrete Cova
Consultor Master en Asesoría Económica y Financiera
https://www.facebook.com/mtracitlali.navarrete
Estamos justamente a la mitad de este 2020, que si bien el primer semestre ha sido complicado se vislumbra un entorno económico promisorio para la segunda mitad del año.
Unos de los indicadores macroeconómicos más importantes para realizar un análisis de las expectativas económicas es la inflación, y el cálculo de ésta desde el 15 de julio de 2011 está a cargo del INEGI quien tiene la facultad exclusiva de elaborar y publicar los índices nacionales de precios.
La inflación se clasifica en:
Subyacente: Se refiere a la variación en los precios de los bienes y servicios que comúnmente compramos y que están considerados dentro de la canasta básica (Índice Nacional de Precios al Consumidor, más adelante INPC), exceptuando a todos aquellos productos considerados como energéticos (gasolina, diésel, gas, energía eléctrica, etc.) y sin elaborar (materias primas, insumos para la producción, material para construcción, etc.).
No subyacente: Es la variación porcentual anual del INPC no subyacente de energéticos y tarifas autorizadas por gobierno, respecto al mismo periodo del año anterior. Por ejemplo: el precio de la gasolina en junio este año ($19.37), con respecto al precio de junio del año pasado ($19.89). Según la Comisión Reguladora de Energía a través de los precios reportados por los permisionarios en línea de conformidad con la obligación establecida en el Acuerdo Núm. A/041/2018 de la Comisión Reguladora de energía, en:
https://www.cre.gob.mx/ConsultaPrecios/GasolinasyDiesel/GasolinasyDiesel.html
Pero, ¿por qué es tan importante el análisis de la inflación?
La estabilidad de precios es el objetivo primordial de la política monetaria del Banco de México ya que refleja la situación estructural de la economía del país, esto quiere decir que los precios de los productos que mayormente consumimos los ciudadanos no varían mucho ni muy rápido. Esto les da certidumbre a las personas y las empresas para invertir y ahorrar, teniendo la seguridad que su dinero no va a perder valor.
La correcta medición de la tasa de inflación y la realización de un diagnóstico adecuado de las tendencias inflacionistas son cuestiones clave para que las autoridades monetarias de cualquier país desarrollen estrategias para incentivar el consumo y una mayor actividad económica que impulsa el crecimiento del país. Por ejemplo: si la inflación se mantiene estable podremos distribuir nuestros ingresos en diversos objetivos; como pagar deudas o invertir en algo rentable, planear un viaje, cambiar el carro, etc. Es decir, asignar nuestro dinero de la mejor manera posible.
En la siguiente grafica se puede observar la tendencia de la tasa de inflación en el último año, donde se puede apreciar una disminución gradual de ésta.
Existen varias causas que pueden desencadenar este fenómeno inflacionario. Sin embargo, la principal es generada por los excesos de dinero circulando en manos de la población (provocado por ejemplo al mal uso de los créditos, no saber administrar adecuadamente nuestro dinero, compras impulsivas o de cosas que no necesitamos, etc.) que, al sentirse con más recursos, incrementa sus gastos generando una mayor demanda de bienes y servicios en la economía cuando la capacidad productiva del país no está en posibilidades de cubrirla, provocando escasez y aumentos en los precios.
Para evitar esto, es necesario saber a qué ritmo aumentan los precios y aplicar medidas para frenar este aumento.
Por lo tanto, todos podemos ayudar a mantener una tasa de inflación saludable si recordamos que:
Las personas valemos por lo que somos y no por los que tenemos.
Menos, siempre, es más.
Este y muchos indicadores más los puedes encontrar en el Catálogo Nacional de Indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en el siguiente link: https://www.snieg.mx/cni/default.aspx.