Aquí algunas malas prácticas al momento de usar cubrebocas. Saca el mayor provecho y mantente más segura siguiendo estos sencillos consejos.
El cambio fue muy repentino y nos tomó a todos por sorpresa. El cubrebocas ahora es parte de nuestra cotidianidad, luego que esta dio un giro total de 360 grados y ahora debemos tomar precauciones especiales al salir de casa. El uso de cubrebocas es, prácticamente, un requisito obligatorio para cualquier lugar al que visitamos. Y es que en algunos países asiáticos han demostrado cómo su uso ha ayudado en el control de la propagación del coronavirus.
Cada vez los hay más de diferentes colores, diseños y formas, hay marcas que están creando cubrebocas con mucho estilo, pero hay ciertas reglas básicas que debes seguir para saber que lo estás usando de manera correcta y efectivamente está sirviendo para su propósito. Es normal que nos tome un tiempo acostumbrarnos.
Los cubrebocas no son una garantía de evitar los contagios pero sí disminuyen la posibilidad de propagación. A continuación enlistamos los errores más comunes que se cometen al usar mascarillas y recomendaciones que pueden ser de ayuda para sacarles el mayor provecho.
Ponerte el cubrebocas fuera de casa y/o con las manos sucias
Si vas a salir de casa se recomienda que te pongas el cubrebocas en casa y no en la calle. Procura antes de colocarlo haberte lavado primero la cara y las manos y ajustarlo correctamente a tu cara sin que queden espacios. Una vez puesto no debes volver a tocarlo.
Usarlo en la posición incorrecta
Las fallas más recurrentes tienen que ver con usarlo en una posición que no es la adecuada y que no cubra las zonas necesarias. Ten en mente que la mascarilla debe cubrir la mayor parte del rostro posible, desde el final del tabique nasal hasta debajo de la barbilla. No deben quedar espacios, piensa que toda esa área debe estar sellada.
Tocarlo constantemente
Tocarlo, jalarlo, moverlo de lugar y tocarte cualquier parte de la cara es otro error común. Recuerda: una vez que lo colocas para salir debes evitar al máximo tocarlo mientras estés en la calle. Para quitártelo bájalo primero hacia la barbilla.
Bajar la mascarilla y dejarla sobre tu cuello
Es cierto que a momentos puede resultar un poco incómodo y colocamos el cubrebocas debajo de la barbilla para poder hablar mejor o porque el aire está viciado, pero es un error. Debería cubrir desde la nariz hasta la barbilla sin dejar espacios libres todo el tiempo que estés en la calle.
Quitártelo y ponerlo sobre una superficie
Muchas veces suele suceder que al llegar al lugar al que nos dirigimos nos quitamos la mascarilla y lo ponemos sobre una mesa, barra o mostrador. Intentemos hacernos al hábito de que una vez puesto no lo debemos retirar hasta volver a estar en casa y salir solo cuando sea necesario. No olvides que el uso de cubrebocas no sustituye el lavado de manos.